Del 8 al 13 de abril de 2010

HACIA LA GRAN MOVILIZACIÓN



miércoles, 27 de enero de 2010

Candelita que se prende

Carlos J. Acosta

Unos días atrás me invita una amiga a unirme a un grupo llamado "Si Al Cierre de RCTV Internacional", y para afirmar su decisión escribe: "YA BASTA DE TANTA FALTA DE RESPETO AL PUEBLO FUERA DEL AIRE RCTV!!! QUE LO PASEN EN LOS PAISES CAPITALISTAS A VER SI SE LA VAN A CALAR!!!".

La verdad es que no me gustan las fotos en grupos, desde aquella tarde cuando mi madre me hizo ver que la culpa de todos mis problemas no estaba en mi rebeldía, ni en salir de noche a pintar paredes, o andar participando en manifestaciones estudiantiles. “No hijo, el problema no eres tú sino esa junta con que te la pasas”.

Desde ese momento aunque seguí haciendo las mismas vainas y otras peores, mi conciencia se alivió y empecé a ver diferente a chu, a miguel y a ubencio. Claro, ellos eran los culpables de todos mis males, se aprovechaban de mi ingenuidad que nunca dudó que la moto nueva con que miguel se apareció una noche de junio se la trajera el niño Jesús; o que la cartera con los dólares, ubencio se la había encontrado en el patio de su casa. Así somos, tontos que no nos damos cuenta de lo que hacen los amigos a nuestro alrededor.

Lo cierto es que esta solicitud de unirme al grupo, me pone a pensar en todas estas mujeres desparramadas por el suelo venezolano que no vacilan ni un momento en señalar que éste ya no es un país capitalista, que estamos en revolución y que todo lo que hace el gobierno es bueno para el pueblo.

Así, ellas afirman que no hubo devaluación, que las medidas económicas no son neoliberales, y que lo de la crisis bancaria fue sólo 5 ladrones que bien preso están. No sé si se mantendrán pensando así en un futuro, ojalá se mantengan en pie de lucha y queden como plusvalía política para emprender desde las bases del pueblo un proceso de transformaciones, lejos del socialismo burocrático y el seguidismo ideológico.

Ahora bien, en el caso específico de la sacada del aire de televisoras y radios, y no sigan con la pajita leguleya que no fue cierre sino cese de la concesión, pienso que se trata de un problema que rebasa la inmediatez de una medida y trasciende a futuras pérdidas para la lucha revolucionaria.

Ciertamente, hoy el Estado aparece con un rostro amable y hablando de socialismo, pero quien nos garantiza que eliminada ya la derecha mediática de la vieja burguesía e instalada la derecha mediática de la nueva, cuando esas bases populares empiecen a exigir cada vez más y más revolución, todas estas leyes no se reviertan contra todo aquel que intente elevar una voz de disenso.

La historia habla claro sobre las consecuencias del control de la opinión pública por parte del Estado; en todos los casos, se ha degenerado hacia el autoritarismo y la represión del pueblo. Al final del camino, las burguesías viejas y nuevas terminan poniéndose de acuerdo.

Supongamos que sale bien y el gobierno termina cerrando todos los canales de televisión y emisoras de radio que le son adversas. ¿Qué viene después? Será acaso la política de lo que expresaban en televisión unos supuestos dirigentes estudiantiles que nadie eligió: “candelita que se prende, candelita que se apaga”. Podrá entonces considerarse un artículo como este, una candelita. ¿Cómo la pensarán apagar?

Se considerará una candelita todo medio de comunicación que exprese las necesidades colectivas, que defienda los intereses de los excluidos. Se entrará entonces en la proliferación de periódicos tipo VEA o El Correo del Orinoco, vulgares medios de propaganda gubernamental, donde el encarcelamiento del Cacique Sabino o de Rubén González no son noticia, o donde el asalto a una radio comunitaria en el estado Bolívar o la violencia en el estado Mérida se manejan desde una posición política.

Se nos presentará como única información la proveniente de los medios gubernamentales, a través de “comunicadores” que disparan insultos a granel contra todo el que no piense igual, amparados en la protección presidencial. Seres que se autonombran revolucionarios pero no pierden oportunidad para manifestar su homofobia.

No amiga mía, discúlpeme pero no puedo acompañarla en su solicitud, no tengo vocación de foca, no creo que amordazando la opinión pública avancemos en este proceso. Sería aventurero no mirar más allá de la inmediatez.

Seguramente, si te detienes a pensar que adelantamos con el cierre de RCTV y la puesta al aire de TVES, puedas entender lo que te digo. Más allá de lo que puedan expresar los veneradores del Estado quienes no tardarán en manifestar que mi posición es en defensa de una televisora. No se a ti, pero a mi no me importa. Repito con Silvio: “No me dan pena los burgueses vencidos”.

Sólo si colocamos los medios de producción, incluidos los de comunicación, en manos del pueblo, garantizaremos una mayor libertad de expresión, y crearemos las condiciones favorables para convertir tus sueños y el de tant@s otr@s en una realidad.

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